Por: Julián Sierra – La Esencia TV
¿Qué sería de nosotros los seres humanos sin la música? Sinceramente, no lo sé, y ni me
atrevo a imaginarlo. Con la llegada de este nuevo diciembre, todos empezamos a pensar en
la natilla, los buñuelos, los regalos de Navidad, los propósitos de Año Nuevo y, sobre todo,
en compartir con nuestras familias y amigos.
Y, a ver, hablemos claro: ¿cómo son las fiestas decembrinas en Colombia? Están llenas de
música parrandera, trago, comida, y todas las tías bailando al ritmo de Los Hispanos, Los
Relicarios y Rodolfo Aicardi. En esta época, otros géneros musicales pasan a segundo
plano. No escucharás reguetón, electrónica ni guaracha en estas fiestas; en diciembre
vivimos y nos desvivimos por esas canciones tradicionales de cada región. Aunque eso sí,
hay que resaltar la manera en la que artistas de otros géneros como Ryan Castro y Karol G,
han sabido adaptarse y ahora sus merengues también suenan en todos los hogares
colombianos.
La música parrandera, con sus letras tan peculiares y su ritmo alegre, se convierte en el
alma de las celebraciones. Estas canciones son la banda sonora que acompaña las risas,
las anécdotas, y hasta las lágrimas de emoción y nostalgia al recordar tiempos pasados.
Porque en diciembre, no hay ni una sola canción parrandera que no nos invite a mover los
pies, a levantar una copa, a cantar a todo pulmón o a abrazar a nuestros seres queridos.
Ahora imagínense ustedes: si para quienes vivimos aquí estas canciones son importantes,
¿cómo será para los colombianos que están lejos del país? No debe haber nada que les
despierte más nostalgia, ni que los llene más de ganas de volver a la tierrita, que escuchar
estas letras y estos sonidos tan nuestros.
Por eso, y para todos los que me estén leyendo: valoren estas fiestas, valoren nuestra
música y nuestras tradiciones. Prográmense desde ya para invitar a sus familias a celebrar
juntos. Nunca sabremos cuándo será la última noche de velitas, la última Navidad o el
último Año Nuevo con su compañía. Celebren la vida, disfruten cada momento y llenen de
amor a quienes los rodean.
